domingo, 2 de junio de 2013

LA NADA, LA SIMETRÍA Y LA ENTROPÍA



En nuestra sección de COLABORADORES contamos para este primer número de Comogónical review con la firma de Enrique de Lagarde, que nos trae un artículo inédito e inaudito y mucho menos complicado de lo que parece a simple vista.


1.1.Principio Macro-Universal


El “Todo” o “Todo Universal Original” tiende a auto mantenerse.
Si acontecimientos espontáneos (desconocidos) lo varían (en su apariencia), surgen subyacentemente conceptos expresados en actuaciones que tratan de recuperar el mantenimiento del concepto “Todo Global Derivado” sustituto del “Todo Universal Original”.
¿Que es el “Todo Universal Original”?, Posiblemente la “Nada”, la “Nada Original”
¿Que es el “Todo Global Derivado”?, Seguramente “El Universo”

1.2 Principio Universal Derivado

Las actuaciones subyacentes mencionadas son o se traducen en las “Fuerzas” que tienden a mantener el “Todo Global Derivado”
El elemento común del “Todo Universal Original” y el “Todo Global Derivado”, es la Simetría.
En un principio existía una “Simetría Universal Original”, una “Simetría Absoluta”. La Nada es absolutamente simétrica
Posteriormente y con la transformación del “Todo Universal Original” en un “Todo Global Derivado” de menor rango (por decir así), la “Simetría Absoluta” se desglosa (no me gusta usar la palabra “descompone”, pues como decía un antiguo profesor de física que yo tenía, “todas las descomposiciones huelen mal”), se desglosa pues o quizá mejor, se proyecta en “Simetrías” de menor rango que son las que imponen las Leyes de la Física a actuar para ese fin. Así pues, las Fuerzas arriba comentadas que decíamos eran las actuaciones responsables de mantener el “Todo Global Derivado”, son así mismo responsables de mantener esas Simetrías Derivadas.
Inicialmente en los primeros instantes siguientes al acontecimiento que provocó la inestabilización de la Nada, la actuación subyacente fue lo más elemental posible, y lo más elemental es ser una sola y única. Esa Fuerza de carácter Supersimétrica, en el sentido de tratar de mantener la Simetría Global derivada de la Simetría Absoluta precedente. A medida que se evolucionaba en el proceso de “expansión”, las condiciones “energéticas” imponían una subproyección de Fuerzas de segundo orden que asumían así mismo el papel de mantener las Simetrías consecuentes derivadas y subyacentes a la Simetría de primer orden derivada a su vez de la primitiva absoluta y original.
Esta secuencia de hechos es la que impone que las leyes de la física que podemos hoy día deducir, deban ser absolutamente respetuosas con el principio de mantenimiento de unas Simetrías que de hecho parecen obligar la existencia de las Fuerzas que contemplamos y sus formas de actuación, y el que cualquier conjunto de ecuaciones matemáticas que desarrollemos deban contemplarlas e incluso se puedan formular con esa simetrías como punto de partida
Filosóficamente hablando, podríamos discutir si el Principio de Todo era la Nada o la Simetría Absoluta, es decir si la Simetría Absoluta imponía que fuese la Nada o al revés. Creo que en el fondo esta discusión sería una cuestión baladí y sin demasiada trascendencia de carácter práctico.
La concreción (“por causas ahora desconocidas y que probablemente sea uno de los misterios de la naturaleza que nunca podamos comprender”) de la Nada en Algo, o sea la desaparición de la Nada, dando lugar a lo que hemos llamado “Universo”, se hace en cualquier caso preservando la característica fundamental de ésta , es decir la Simetría, en sus formas derivadas.
La Ecuación de trasformación inicial es algo así como : Nada = +Algo –Algo, si a esos “algos” los llamamos Energía, tendríamos un razonamiento coherente en temas de Principio de preservación de la cantidad de Energía que sería finalmente “cero” y Nada = + Energía – Energía. Es decir dos Energías de signo opuesto que totalizan el Cero o Nada original.
Volviendo al razonamiento ya explicado, cuando las Energías (los Algos), evolucionan y se crean “Formas” y modelan “Partículas” (sea cual sea su naturaleza), y evolucionan a valores que provocan la creación de subproductos distintos, se produce en paralelo la manifestación de las Fuerzas como evolución así mismo de la Macro Fuerza primera y cuyo destino es mantener las Simetrías subyacentes a que las nuevas condiciones y sobre todo los nuevos subproductos dan lugar.
Cualquier desarrollo de esquemas explicatorios utilizando las Herramientas que racionalmente hemos construido (las matemáticas), deben siempre partir de esos principios de base.
Cualquier desarrollo que explique las cosas en un marco o subentorno cualquiera, deberá partir de principios que respeten la existencia de Simetrías en dicho marco o subentorno. Así pues es una buena idea plantear las ecuaciones matemáticas partiendo de esos principios de simetría.

1.3 La Nada y el Orden

La Nada también se puede decir que es el estado “ordenado” por excelencia. Es puro orden y no hay nada tan ordenado como la Nada. Su degeneración en estados “Algo” se hace perdiendo ese orden , y a medida que se evoluciona se introduce más y más desorden. ¿Porqué?. ¿Porqué no intenta el Sistema mantener o preservar el Orden como intenta mantener la Simetría Original?, ¿O si lo intenta?
La experiencia nos dice que el Orden se pierde y se tiende al Desorden total espontáneamente.
El 2º Principio de la Termodinámica nos dice que la “Energía útil aprovechable” (= Orden), se consigue a costa de “gastar” Energía ordenada previa que siempre es mayor que la que se consigue aprovechar. Es decir que generamos más Desorden en la Energía inicial que el Orden consiguiente generado a partir de ella, de manera que el cómputo total arroja un saldo de Desorden positivo.

Orden Inicial = Orden Final + Desorden

Gasto más Orden del Sistema Inicial del que consigo tener en el Sistema Final.
Esta sencilla formulación, en el campo de las aplicaciones que desarrollamos cotidianamente, se traduce en que la Energía convertida en Trabajo (Útil) es siempre inferior a la Energía de partida puesta en juego y que hay una Pérdida de energía útil que se ha desaprovechado (Desorden) que da lugar al concepto “rendimiento” en los procesos de trasformación entre formas de Energía para “utilizarla útilmente”.
Esta misma formulación aplicada al Universo mismo, nos conduce a la conclusión de que éste evoluciona hacia un aumento progresivo del desorden y finalmente al Desorden total o … infinito.
El concepto Desorden en términos más científico-físicos se denomina “Entropía”. Así decimos que la Entropía del Universo tiende a infinito

1.4 La Entropía creciente ¿Alcanza a la Evolución del Ser Humano?

Podemos plantearnos si la evolución del Ser Humano está también participada del principio de crecimiento de la Entropía. En principio parecería lógico incluirlo como parte de un Sistema global mayor que fuese el Sistema en el que se debiera medir dicha Entropía, y así las cosas no constreñir ésta a un Sistema no aislado y por tanto no objeto de una formulación restringida a esta especie particular (los Sapiens). Pero si contemplamos a esta especie como algo especial dotado de una Energía particular que proporciona la existencia de la Conciencia, podríamos buscar el análisis de Entropía en su especie específica y conceptuarlo como un Sistema Energético cerrado. Así las cosas podríamos incluso extrapolar consecuencias a la Sociedad Humana y pensar que la Entropía de la Organización Social Humana tiende a Desorden máximo. Este hecho podría explicar el porqué de una evolución que aparentemente camina en una dirección de menor armonía y mayor nivel de desorden.


1.5 La Fuerza y la Energía

Podríamos también discutir Qué es antes si la Fuerza o la Energía. Es decir si aparecen los “Algos” o Energías en que se desdobla la Nada por la aparición de una Fuerza original provocadora que desencadena los “Algos” como dos Energías contrapuestas, o si por contra la Fuerza es la consecuencia del desdoblamiento de la Nada en Energías de signo opuesto y la necesidad de un elemento que restablezca en el mejor de los casos la Simetría inherente al Estado original del Sistema es decir de la Nada propiamente dicha. 
En cualquiera de los casos realmente no explicamos la causa (si se puede hablar de un concepto así), de porqué el Universo empieza a existir.


Enrique de Lagarde

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